Camiseta Nekromantix Ataud — el emblema coffin-logo de los daneses que llevaron el rockabilly a la oscuridad punk. Para fans del contrabajo-ataúd, los coros feroces y las noches de club.
Camiseta Nekromantix Ataud
La Camiseta Nekromantix Ataud conmemora a una de las bandas más icónicas del psychobilly europeo. Desde finales de los 80, los daneses capitaneados por Kim Nekroman encendieron la mezcla perfecta entre rockabilly clásico, punk acelerado y estética de terror de serie B. Sus discos —Hellbound, Curse of the Coffin, Demons Are a Girl’s Best Friend o Return of the Loving Dead— definieron el tono: canciones cortas, riffs afilados y un contrabajo que ruge como motor de hot rod. El coffin-logo de esta camiseta rinde homenaje a esa imaginería que convirtió a Nekromantix en una religión de garaje y clubes sudorosos.
¿Sabías que el famoso “contrabajo-ataúd” de Kim no es solo atrezo? Fue construido por él mismo para lograr un sonido más agresivo y para rematar el show con golpes secos y slap velocísimo; la respuesta del público lo convirtió en seña de identidad, tanto como sus peinados imposibles o su humor macabro. Ese espíritu DIY, entre el cine de monstruos y la tradición del rock’n’roll primigenio, explica por qué la banda sigue sonando fresca en festivales y salas de medio mundo.
La Camiseta Nekromantix Ataud no es únicamente un guiño estético; es un pase directo al mosh pit donde los coros se gritan con sonrisa torcida. Si descubriste el género en un vinilo rayado o si te enganchaste en un concierto donde el aforo era mínimo y la energía máxima, este diseño habla tu idioma. El contorno del ataúd y la tipografía de lápida encapsulan décadas de fanzines, parches cosidos y rutas por carreteras secundarias rumbo a la siguiente fecha.
Para coleccionistas de psychobilly, amantes de las portadas con calaveras o gente que sabe que el rock puede ser divertido y oscuro a la vez, la Camiseta Nekromantix Ataud es puro statement. Combínala con botas gastadas, una chupa y tu mejor tupé, y deja que el bajo marque el pulso del día.
¿Te apetece llevar el rugido del coffin-bass a tu armario?