Camiseta Nekromantix Contrabajo
Camiseta Nekromantix Contrabajo — el clásico de la banda danesa: Kim Nekroman blandiendo su contrabajo-ataúd, energía de cementerio, rockabilly turbo y espíritu de club.
Camiseta Nekromantix Contrabajo
Si el psychobilly tuviera un emblema universal, sería un contrabajo con forma de ataúd arrancando truenos sobre un escenario. Así se presenta Nekromantix: guitarras afiladas, tempo de locomotora y humor de serie B iluminado con luces estroboscópicas. La Camiseta Nekromantix Contrabajo captura ese instante en el que Kim Nekroman levanta su instrumento como si fuera un estandarte de guerra y el público responde con palmas, greñas y botines golpeando el suelo. Desde Copenhague al mundo, el trío convirtió el rockabilly en una carrera nocturna entre lápidas con discos como Curse of the Coffin, Brought Back to Life o Gargoyles Over Copenhagen, llenos de coros coreables y líneas de bajo que cortan como cuchilla.
¿De dónde salió el famoso contrabajo-ataúd? La anécdota cuenta que el propio Nekroman lo ideó para que sonara feroz y, de paso, encajara con ese imaginario de terror pulp que define a la banda. Sea o no leyenda urbana, lo cierto es que el instrumento se volvió inseparable de su identidad: un golpe de arco, un slap salvaje y ya sabes que estás en territorio Nekromantix. Por eso esta Camiseta Nekromantix Contrabajo funciona como contraseña: quien reconoce la silueta entiende el código—riffs en modo sprint, letras macabras con guiño cómico y pogo asegurado.
A lo largo de los años, el grupo ha pulido un estilo que mezcla la elegancia del swing con la urgencia punk. Los temas entran como un chispazo: estrofa que muerde, estribillo que se queda pegado, break para el slap y vuelta a correr. Perfecto para festivales, garitos de techo bajo o noches de carretera que empiezan con un “one, two, three, four” y acaban a la salida del sol. La Camiseta Nekromantix Contrabajo celebra ese ritual: un recuerdo de bolos sudados, portadas fluorescentes y fanzines fotocopiados que aún huelen a tinta.
Si en tu playlist conviven The Cramps, Stray Cats y Reverend Horton Heat, necesitas este talismán de sobremarcha. Lúcela en el próximo concierto, en tu ruta de vinilos o cuando te apetezca decir sin hablar que eres del bando de las baquetas rápidas y los peinados imposibles.