Camiseta Nekromantix Pure Nekrobilly

Camiseta Nekromantix Pure Nekrobilly

La escena psychobilly tiene sus tótems, y Nekromantix es uno de ellos: riffs que corren como coches nocturnos, historias de amor y cementerio, y un contrabajo que late como motor V8. La Camiseta Nekromantix Pure Nekrobilly captura esa estética en estado puro: tipografía afilada, la silueta de la banda con el upright bass en alto y el lema que lo explica todo, “Pure Nekrobilly”. Es la manera más directa de decir “soy de los que bailan rápido, con cuero, tachuelas y películas de serie B de fondo”.

En los 90 Kim Nekroman llevó el psychobilly a salas y festivales de medio mundo con un sello propio: temas que combinan surf oscuro, rockabilly clásico y velocidad punk. ¿Sabías que su célebre contrabajo-ataúd nació como un instrumento diseñado por él mismo para que sonara y pareciera sacado de un filme de terror? No era atrezzo: el “coffin-bass” dio un golpe visual y sonoro que convirtió cada concierto en un pequeño ritual. Esa imagen —el músico arqueado, el ataúd-instrumento y el público aullando— es la que evoca la Camiseta Nekromantix Pure Nekrobilly cuando la sacas del armario.

Póntela para una noche de pogo, un pase doble de cine fantástico o una ruta en moto; es una contraseña entre iniciados. Basta con que alguien lea “Pure Nekrobilly” para abrir conversación: “¿Eres del ‘Demons Are a Girl’s Best Friend’ o del ‘Return of the Loving Dead’?”. La prenda funciona como un pase backstage a un club sonoro donde conviven Gretsch brillantes, peinados imposibles y portadas con criaturas nocturnas. Y si te mueves por el amplio mapa del género —The Meteors, Batmobile, Rezurex—, esta señal te sitúa en el lado más elegante y afilado del espectro.

La tercera mención de Camiseta Nekromantix Pure Nekrobilly es, más que un requisito, una declaración: esto va de ritmo, actitud y diversión macabra. Si el slap del contrabajo te acelera el pulso, ya sabes cuál es tu uniforme.